12ª MANIFESTACIÓN: lunes 14-mayo de 2012 19:30h
Las Provincias
Tercera Manifestacion
Se han unido con un objetivo común: que el barrio de Campanar vuelva a contar con un hospital. Y es que siguen sin comprender cómo la Conselleria de Sanidad decidió trasladar el hospital Universitario La Fe y dejar sin servicio hospitalario unas instalaciones "que ya están construidas y sirven perfectamente". No es que quieran "que los mejores profesionales -que se encuentran en la Nueva Fe- regresen al barrio (aunque muchos lo preferirían)". Se trata de que la atención hospitalaria "esté asegurada en esta zona, incluidas las urgencias, que son primordiales".
De la noche a la mañana los vecinos de Campanar vieron cómo las instalaciones que durante años fueron el principal hospital de la ciudad se quedaban vacías. Se constituyeron como comisión cívica bajo el lema "por el retorno del hospital la Fe a Campanar" y comenzaron a convocar manifestaciones (ya han celebrado dos), mientras los usuarios atravesaban la ciudad para llegar al boulevar Sur (en el barrio d e Malilla), donde la conselleria ha trasladado la Nueva Fe.
Ahora, la Comisión Cívica por el retorno del hospital la Fe a Campanar ha conseguido sumar nuevos adeptos. La coordinadora de vecinos de Mislata, la plataforma per la Millora i Defensa de la Sanitat Pública, la plataforma de la Hoya de Buñol y las entidades vecinales de Alaquàs y Xirivella han decidido sumarse a la causa y defender "una reestructuración del gasto público para conseguir que el barrio de Campanar vuelva a contar con un hospital". Las entidades vecinales que se han sumado a esta iniciativa representan a 300.000 vecinos de Valencia y el área metropolitana, según explicaron fuentes de la comisión cívica que ayer presentaron a las nuevas entidades que apoyan la causa, junto con el exconcejal socialista, Matías Alonso.
"Lo que no se puede consentir es que despilfarren el dinero público que pagamos con nuestros impuestos en Grandes Premios de Fórmula 1 que cuestan 107 millones de euros. Si emplearan 6 millones de ese dinero en cada hospital ya estaba el problema solucionado", aseguró el portavoz de la Coordinadora de Mislata, Julián Martínez.
Un reto para el conseller
Desde la Comisión Cívica, además, criticaron la respuesta del conseller de Sanidad, Luis Rosado, "que aseguró que, en tan solo 12 minutos, se llega desde este barrio hasta Malilla. Le retamos a que nos lo demuestre. Le proponemos montarnos en el autobús que quiera, en el horario que quiera. Si llegamos en 12 minutos a la Nueva Fe nos quedamos como estamos, sin hospital. Pero si tardamos más, que tardaremos, debería dimitir de su cargo".
Y es que, según los usuarios, para llegar desde la zona norte de Valencia hasta el boulevar Sur hay que utilizar dos autobuses -de las líneas 64 y 18- que recorren la distancia en "más de una hora". "Hay personas mayores, con discapacidades, que están enfermas o que sufren una urgencia y deben ser atendidas en un hospital que se encuentra en la otra parte de la ciudad. No es nada descabellado lo que estamos reivindicando. Y no vamos a parar. Acabamos de pagar la contribución (que en esta zona ronda los 400 euros) y queremos un hospital", apuntaron.
La Comisión Cívica para el Retorno de la Fe a Campanar solo aceptará la restitución del servicio hospitalario
en Europa Press
en Europa Press
La Comisión Cívica para el Retorno del Hospital la Fe a Campanar (CCRHF) ha anunciado este lunes que no aceptará "ninguna solución" --como la implantación de un centro de salud y otro de especialidades en el barrio-- que no incluya la restitución del servicio hospitalario en la antigua Fe.
Así lo ha explicado en rueda de prensa Matías Alonso, miembro de la CCRHF, en la que ha estado acompañado por el representante de la Coordinadora de asociaciones de Mislata y del pacto por la Sanidad de Mislata, Julián Martinez, y por el representante de la Plataforma per la Millora i Defensa de la Sanitat Pública Valenciana, Rafael Muñoz.
Las tres asociaciones han demandado una reunión con el conseller de Sanidad, Luis Rosado, para que establezca "una propuesta con objetivos y un calendario establecidos", que permita recuperar "la atención hospitalaria y el entramado económico que suponía la Fe para toda la zona norte de Valencia y los pueblos adyacentes", ha explicado Alonso.
En este sentido, ha indicado que el traslado del hospital a las nuevas instalaciones del barrio de Malilla ha supuesto "un perjuicio para la calidad de vida de los vecinos y al entramado económico del barrio, que ha degenerado en un incremento del paro" en la zona, ha asegurado.
Por ello, ha reclamado como la "única solución posible" la restitución del servicio hospitalario en la Fe de Campanar. En este sentido, las tres asociaciones rechazan "la promesa del conseller de ubicar centro de salud y uno de especialidades en el barrio, porque no ofrecen los servicios que da un hospital", ha añadido.
Además, Alonso ha asegurado que la iniciativa de recuperar la antigua Fe permitiría ahorrar dinero al Consell, ya que no sería necesaria la construcción de los nuevos centros de salud.
Asimismo ha anunciado que, hasta que sus reivindicaciones sean atendidas --para lo cual han recogido cerca de 21.000 firmas--, las tres asociaciones van a convocar una manifestación de protesta cada mes. La próxima se llevará a cabo el próximo jueves a las 19.30 horas.
"RETO" A ROSADO
Por otra parte, ha censurado al anterior conseller de Sanidad, Manuel Cervera, por llamar "mentirosos a los vecinos cuando decimos que se tarda una hora en llegar a la nueva Fe en autobús, cuando él decía que se tardaba entre 12 y 14 minutos".
Por ello, ha "retado" al actual titular de Sanidad a que les acompañe en el trayecto "desde cualquier punto del barrio para comprobar el tiempo que se tarda en llegar al nuevo hospital, para que desmienta a Cervera o dimita".
en ADN
La inauguración del nuevo hospital La Fe ha cambiado la vida de más de 200.000 usuarios que estaban adscritos a este centro. Con unas instalaciones que se han quedado sin servicios, los vecinos reclaman que el antiguo hospital vuelva a estar operativo con la mayoría de las especialidades “aunque se queden en Malilla las punteras”. Lo demandan los integrantes de la Comisión Cívica para el Retorno del Hospital la Fe a Campanar (CCRHF), quienes aseguran que “no están dispuestos a aceptar un centro de salud o de especialidades” como sustituto. Los afectados tampoco quieren que se les cambie de centro.
La comisión pide una reunión con el conseller de Sanitat, Luis Rosado, así como que “se respete la calidad de vida que se merece este barrio y su entramado económico”, afirma Matías Alonso, de la organización.
Desde que el centro se trasladó en febrero, varios comercios han cerrado ya por la falta de consumidores y clientes. Además, los vecinos tienen que desplazarse hasta Malilla para recibir asistencia hospitalaria, acudir a urgencias o a una cita en Consultas Externas. “El taxi cuesta 15 euros por trayecto”, explica una vecina, quien añade que en autobús se tarda “más de 45 minutos para recibir una atención que antes teníamos al lado de casa”.
La comisión ha organizado este jueves una cacerolada para denunciar esta situación. Será a las 19.30, en la confluencia de las avenidas Campanar y Burjassot.
Entrega De Firmas
Un grupo de vecinos de los barrios cercanos al antiguo hospital La Fe de Valencia depositaron ayer 20.360 firmas en el registro de entrada de la Consejería de Sanidad. Son firmas contra el cierre del centro, que cubría las necesidades de los barrios de Campanar, Tendetes, Benicalap o La Parreta. Con la apertura del nuevo hospital La Fe en el barrio de Malilla, los vecinos se ven ahora obligados a cruzar toda la ciudad para ir a Urgencias o ver al especialista.
"Queríamos que esta fuese la primera tarea del nuevo consejero", apuntaba ayer Leonor Benet, delineante de 39 años de Benicalap. Hace unas tres semanas, el recién nombrado consejero de Sanidad, Luis Rosado, se reunió con la confederación de asociaciones de vecinos de la Comunidad Valenciana. Entre otros temas, Rosado y los vecinos hablaron de la creación de un grupo de trabajo que "estudiase el plan director del antiguo La Fe". Lo recordaba ayer Antonio Pla, vicepresidente de la federación de asociaciones vecinales de Valencia. "No le pareció mal", rememoraba Pla, "además, el Consejo de Salud [órgano de consulta de Sanidad], ya aprobó en mayo la necesidad de crear esta comisión".
A la espera del consejero Rosado, los barrios ya preparan la siguiente protesta. Después de dos manifestaciones multitudinarias en mayo y junio, los vecinos organizan ahora una cacerolada para el 14 de julio. Hasta entonces, seguirán con la recogida de firmas y estudiarán diferentes posibilidades para fortalecer la protesta. De momento, un representante de la coordinadora vecinal de Mislata que protesta contra el desmantelamiento del antiguo hospital Militar acompañó ayer a los de Campanar con la intención de juntar fuerzas y generar un frente común ante Sanidad. Además, los vecinos de Campanar y los barrios de alrededor ya contactaron con la Asociación en Defensa de un Hospital Infantil en La Fe (Adehi) hace unas semanas para ayudarse mutuamente. En este sentido, Adehi se concentra hoy, a las 13.30, frente al nuevo complejo. Los médicos de Infantil y demás personal laboral critican así la política del hospital y la pérdida de calidad que, aseguran, está causando.
La situación en Campanar ha cambiado mucho desde el traslado de la masa hospitalaria de La Fe al complejo de Malilla en febrero pasado. Los gorrillas han desaparecido ante la falta de actividad, miles de ciudadanos han dejado de acudir al antiguo centro de Campanar y otros tantos vecinos del entorno viajan al nuevo, perjuicios incluidos. "Es que ahora tardamos 40 minutos en llegar con el [autobús] 64", lamentaba ayer Miguel, vecino de Marxalenes. "El consejero [saliente, Manuel] Cervera decía que en 15 minutos se podía llegar con la línea orbital, pero es mentira", añadía Teresa Ruza, ama de casa de 68 años de Benicalap. "Con el tráfico normal cuesta más de 30. Y eso lo tienes que sumar a lo que te cuesta llegar a la parada", añadió. Con seguridad, Teresa invitó al nuevo consejero a acompañarles en un recorrido ordinario al nuevo hospital, "a ver cuánto tardamos". "Yo le pago el billete", concluía irónica.
Además, los comercios de la zona sufren igualmente las consecuencias del traslado. José Antonio, que regenta un bar frente al viejo complejo, reconoce que ha tenido que despedir a ocho trabajadores en las últimas semanas por falta de trabajo. "Estamos con lo justo, vamos a cerrar por vacaciones y no sabemos si volveremos abrir a la vuelta", asumía apenado.
"Queríamos que esta fuese la primera tarea del nuevo consejero", apuntaba ayer Leonor Benet, delineante de 39 años de Benicalap. Hace unas tres semanas, el recién nombrado consejero de Sanidad, Luis Rosado, se reunió con la confederación de asociaciones de vecinos de la Comunidad Valenciana. Entre otros temas, Rosado y los vecinos hablaron de la creación de un grupo de trabajo que "estudiase el plan director del antiguo La Fe". Lo recordaba ayer Antonio Pla, vicepresidente de la federación de asociaciones vecinales de Valencia. "No le pareció mal", rememoraba Pla, "además, el Consejo de Salud [órgano de consulta de Sanidad], ya aprobó en mayo la necesidad de crear esta comisión".
A la espera del consejero Rosado, los barrios ya preparan la siguiente protesta. Después de dos manifestaciones multitudinarias en mayo y junio, los vecinos organizan ahora una cacerolada para el 14 de julio. Hasta entonces, seguirán con la recogida de firmas y estudiarán diferentes posibilidades para fortalecer la protesta. De momento, un representante de la coordinadora vecinal de Mislata que protesta contra el desmantelamiento del antiguo hospital Militar acompañó ayer a los de Campanar con la intención de juntar fuerzas y generar un frente común ante Sanidad. Además, los vecinos de Campanar y los barrios de alrededor ya contactaron con la Asociación en Defensa de un Hospital Infantil en La Fe (Adehi) hace unas semanas para ayudarse mutuamente. En este sentido, Adehi se concentra hoy, a las 13.30, frente al nuevo complejo. Los médicos de Infantil y demás personal laboral critican así la política del hospital y la pérdida de calidad que, aseguran, está causando.
La situación en Campanar ha cambiado mucho desde el traslado de la masa hospitalaria de La Fe al complejo de Malilla en febrero pasado. Los gorrillas han desaparecido ante la falta de actividad, miles de ciudadanos han dejado de acudir al antiguo centro de Campanar y otros tantos vecinos del entorno viajan al nuevo, perjuicios incluidos. "Es que ahora tardamos 40 minutos en llegar con el [autobús] 64", lamentaba ayer Miguel, vecino de Marxalenes. "El consejero [saliente, Manuel] Cervera decía que en 15 minutos se podía llegar con la línea orbital, pero es mentira", añadía Teresa Ruza, ama de casa de 68 años de Benicalap. "Con el tráfico normal cuesta más de 30. Y eso lo tienes que sumar a lo que te cuesta llegar a la parada", añadió. Con seguridad, Teresa invitó al nuevo consejero a acompañarles en un recorrido ordinario al nuevo hospital, "a ver cuánto tardamos". "Yo le pago el billete", concluía irónica.
Además, los comercios de la zona sufren igualmente las consecuencias del traslado. José Antonio, que regenta un bar frente al viejo complejo, reconoce que ha tenido que despedir a ocho trabajadores en las últimas semanas por falta de trabajo. "Estamos con lo justo, vamos a cerrar por vacaciones y no sabemos si volveremos abrir a la vuelta", asumía apenado.
Segunda Manifestacion
Vecinos de Campanar han asistido este martes a una manifestación para reclamar a la Conselleria de Sanidad que las antiguas instalaciones del Hospital La Fe retomen su actividad hospitalaria, tanto por las dificultades para acceder a las nuevas instalaciones del Bulevar Sur como por los problemas económicos que está generando su trasladado para el comercio de la zona.
La protesta ha comenzado a las 19.30 horas en el cruce entre la avenida Burjassot con la avenida Campanar y ha finalizado pasadas las 21.00 horas. La portavoz de este movimiento cívico, Pilar Luján, ha declarado que la manifestación ha sido un "éxito" y que lucharán por La Fe, "nuestro hospital", ha remarcado.
Entre las críticas, este colectivo vecinal destaca que, con el traslado, carecen de servicio de hospital, ya que las instalaciones del Bulevar Sur están alejadas de este barrio y la comunicación es deficiente.
Además, afirman que el traslado está teniendo un gran impacto económico en los bares y comercios de la zona, incluso en el centro comercial, hasta el punto de que muchas tiendas se han visto abocadas a cerrar o despedir a los empleados.
Tras el traslado, en las antiguas dependencia de Campanar se ha habilitado un área de Hospitalización de pacientes crónicos con más de 100 camas y un punto de atención de urgencias de adultos 24 horas para atender patologías de menor gravedad y que no precisan hospitalización y todavía permanece el servicio de medicina nuclear y oncología radioterapia hasta que se disponga de la autorización del Consejo de Seguridad.
La protesta ha comenzado a las 19.30 horas en el cruce entre la avenida Burjassot con la avenida Campanar y ha finalizado pasadas las 21.00 horas. La portavoz de este movimiento cívico, Pilar Luján, ha declarado que la manifestación ha sido un "éxito" y que lucharán por La Fe, "nuestro hospital", ha remarcado.
Entre las críticas, este colectivo vecinal destaca que, con el traslado, carecen de servicio de hospital, ya que las instalaciones del Bulevar Sur están alejadas de este barrio y la comunicación es deficiente.
Además, afirman que el traslado está teniendo un gran impacto económico en los bares y comercios de la zona, incluso en el centro comercial, hasta el punto de que muchas tiendas se han visto abocadas a cerrar o despedir a los empleados.
Tras el traslado, en las antiguas dependencia de Campanar se ha habilitado un área de Hospitalización de pacientes crónicos con más de 100 camas y un punto de atención de urgencias de adultos 24 horas para atender patologías de menor gravedad y que no precisan hospitalización y todavía permanece el servicio de medicina nuclear y oncología radioterapia hasta que se disponga de la autorización del Consejo de Seguridad.
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